Los cigarrillos electrónicos son conocidos por muchos nombres diferentes, incluyendo e-cigs, sistemas electrónicos diseñados para suministrar nicotina (ENDS), sistemas alternativos para suministrar nicotina (ANDS), e-hookahs, mods, cigarrillos electrónicos tipo bolígrafo, vaper o vapeador, dispositivos de vapeo y sistemas de tanques. 

Los cigarrillos electrónicos están disponibles en muchas formas y tamaños. Pueden tener aspectos de cigarrillos, puros, pipas, bolígrafos, dispositivos de memoria USB o muñecos. Independientemente de su diseño, por lo general funcionan de forma similar. 

Estos dispositivos incluyen una batería para la activación del mismo, una fuente de calor que calienta un líquido para convertirlo en un aerosol de partículas diminutas (vapor), un cartucho o depósito que contiene el líquido, y una boquilla o abertura utilizada para inhalar el aerosol. 

Los cigarrillos electrónicos no contienen tabaco, pero muchos de ellos contienen nicotina, la cual se origina del tabaco. 

Según datos de la encuesta EDADES 2024, el 19% de la población de 15 a 64 años ha consumido cigarrillos electrónicos (con o sin nicotina) alguna vez en la vida. El uso de cigarrillos electrónicos se ha extendido en la población joven, siendo el grupo de edad de 15 a 24 años el que muestra mayor consumo.

La encuesta piloto sobre el uso de drogas y adicciones en estudiantes de enseñanzas secundarias de 12 y 13 años de 1º y 2ºde la ESO en España (2023). Señala que uno de cada 4 estudiantes de 1º y 2º de la ESO declara haber consumido cigarrillos electrónicos alguna vez en su vida. Si observamos los datos del ESTUDES 2023 (Encuesta sobre uso de drogas en Enseñanzas Secundarias en España), el 54,6% del estudiantado de entre 14 y 18 años ha consumido cigarrillos electrónicos al menos una vez en su vida. 

Debido al aumento alarmante de los adolescentes y jóvenes que han probado o utilizan cigarrillos electrónicos. Salud Municipal inicia una campaña de sensibilización para alertar sobre el uso del vaper y sus consecuencias para la salud titulada ¿VAPEAR ES MÁS SALUDABLE? con la que queremos visibilizar los riesgos que tienen las nuevas formas de fumar. 

¿Qué es vapear?

Vapear es inhalar el aerosol (vapor) creado por un cigarrillo electrónico u otro dispositivo para vapear.

Los cigarrillos electrónicos o los vaper son dispositivos que funcionan con baterías que calientan un líquido hasta transformarlo en un aerosol (vapor), que se inhala. Estos líquidos con o sin nicotina, contienen propilenglicol, glicerina, saborizantes, aromatizantes, folrmaldehído y otros compuestos químicos. Por lo que el aerosol no es simplemente vapor de agua. 

¿Cuáles son los efectos de vapear sobre la salud?

Los riesgos del vapeo para la salud incluyen los siguientes:

• adicción: Los cigarrillos electrónicos y los vaper crean adicción, tanto si se consume con o sin nicotina. Aunque el tipo de dependencia en cada caso es diferente: si se consume nicotina implica una necesidad neurobiológica, física, ya que la nicotina es una sustancia adictiva;. Vapear sin nicotina, con lleva una adicción comportamental, el “enganche” a practicar el gesto o conducta, que si no se realiza general malestrar.
• afecciones respiratorias: La inhalación de los compuestos presentes en los aerosoles producen irritación de las vías respiratorias lo cual conlleva el agravamiento de enfermedades como la bronquitis, el asma, EPOC, fibrosis quística, lesiones pulmonares asociadas al vapeo (EVALI). Los principales efectos adversos hallados en las vías respiratoria a corto plazo, son similares a aquellos asociados al humo del tabaco.
• exposición a sustancias químicas cancerígenas. Se han encontrado sustancias cancerígenas en los líquidos y los aerosoles de los cigarrillos electrónicos y vaper.
• ansiedad y depresión: la nicotina empeora la ansiedad y la depresión. También afecta la memoria, la concentración, el autocontrol y la atención, en especial en los cerebros que están en desarrollo.
• volverse fumador: las personas que vapean tienen más probabilidades de comenzar a fumar cigarrillos tradicionales.
• problemas para dormir.
• no hay evidencia de sean eficaces en la ayuda para dejar de fumar.