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BREVE HISTORIA DE LEGANÉS
Por Juan Antonio Alonso Resalt. Cronista Oficial de la Villa de Leganés (Madrid)
No es fácil resumir en unas líneas los casi 800 años de historia de una gran ciudad como es Leganés. Siglos de quehacer diario que llevó a una pequeña aldea castellana en 1280 con apenas 100 habitantes hasta llegar a ser una Gran ciudad de la Comunidad de Madrid con casi 200.000 vecinos en la actualidad.
Las remotas aldeas de Butarque y San Juan de Overa, la Torrecilla, o los montículos de la finca de la Mora y Polvoranca, nos devuelven a siglos atrás en la antigüedad, donde nuestros antepasados vivían cerca de un arroyo.
Pero no hay nada más gratificante que escribir sobre la historia, las historias y los personajes y leyendas del pueblo o ciudad en el que vives, sobre todo si están basadas en historias de las personas reales que aquí vivieron, fueran o no de la alta sociedad como el pueblo llano, hortelanos y labradores que dejaron su huella en la misma historia local, como los gentilhombres, hijosdalgo, o marqueses que igualmente la habitaron.
La Historia de Leganés, por muy pequeña que parezca ser, no cabe duda de que es un ejemplo y un reflejo en el que deberíamos mirarnos todos para no quedarnos extasiados contemplando nuestra propia actualidad.
Con la historia podemos conocer y juzgar, cosas, casos, situaciones, patrimonio y vidas que nos afectan, pese a venir del pasado. De esta manera nos enriquecemos y encontramos unas señas de identidad leganense que nos vuelven a marcar el camino a seguir.
En nuestro término municipal tenemos noticias de habitantes ya de la época y civilizaciones carpetana, visigoda, romana, ibera o árabe encontradas en los alrededores del Arroyo de Butarque (finca de la Mora) y en el arroyo Culebro cerca de la extinta aldea y Mayorazgo de Polvoranca.
Pueblos iberos, celtas, romanos, árabes que han vivido en estas localizaciones y de las que a causa de las modernas obras de nuestro tiempo han aparecido inesperadamente.
Los pueblos ganaderos y labradores de Butarque, de Polvoranca o San Juan de Overa ya tienen recuerdos o restos desde el siglo XII, depositados en el Archivo Arqueológico de Madrid (Alcalá de Henares) y es hacia 1280 cuando sabemos que esos aldeanos deciden por causa de las enfermedades pestilentes asentarse en un sitio más alto, más limpio y aireado y con abundancia de agua cerca para sobrevivir. Por ello aparecen los primeros documentos sobre la aldea de Legamar en el siglo XIII, en pleno periodo de la Reconquista.
Es así como se asientan los labradores y hortelanos de Butarque en el nuevo Legamar en lo más alto de una loma cerca de un pantano o légamo de agua potable. Allí se construye una primera alquería que se describe en el libro de "Milagros de San Isidro el labrador" de Iván de Vargas y es aquí donde ahora vivimos, donde nace una nueva civilización de hortelanos y campesinos con huertas para cultivar y sobrevivir.
Muchos de estos datos se reflejan en los documentos que existen de la época medieval relativos a muchas otras ciudades. Las Relaciones de Felipe II, Lorenzana y otros documentos esenciales de la historia de España nos enseñan cómo eran la pequeña vida de los primeros pobladores de Leganés.
Así, conocemos que aquí en Leganés "hace años" vivió el hijo del Emperador Carlos V, al que todos llamaron Jeromín. Años más tarde fue Don Juan de Austria, el hermano del Rey Felipe II que llego a alcanzar las más altas cotas del Estado y fue por batallas como Lepanto, las Alpujarras y Flandes uno de los mejores y más gloriosos militares de la historia de España.
En la historia de Leganés que dirigía la familia de los Marqueses de Leganés, los Guzmán desde 1680 emparentados con el valído Conde Duque de Olivares hasta las postrimerías del siglo XVIII, aparecen otros rostros famosos como Santa Teresa de Jesús, los Ponce de León y Chacón dueños de Polvoranca y su Magorazgo, José Benito de Churriguera y sus retablos de la iglesia del Salvador, Francisco Sabatini y el militar Francisco Hermosilla constructores en época de Carlos III del gran cuartel de los Guardias Walonas , ahora transformado en Universidad Carlos III , Ramón María de Narváez, Buenaventura Rodríguez constructor real y arquitecto de la ermita, que se dedica a San Nicasio desde hace mas de 600 años, un santo mártir, obispo greco-francés, protector de las enfermedades, los males de la tierra y las sequias.
Aquí vivió Antonio de Olavide, el Superientendente de las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena y Andalucía, donde conoció a la mujer que transformó su vida, su mujer Doña Isabel de los Ríos y Canto. De Leganés salía uno de los proyectos más ambiciosos del Rey Carlos III, repoblar toda la zona norte de Andalucía con más de 10.000 colonos europeos y más tarde españoles.
En este pequeño pueblo medio castellano, medio manchego, situado a solo 12 kilómetros de la capital, de apenas 2000 habitantes , vivieron Melchor de Macanaz, olvidado por la historia e importantísimo ministro de Hacienda de Felipe V, o más tarde el escritor José Jackson Beyan, autor de letras de afamadas zarzuelas que pasó por el pueblo como un simple telegrafista.
Alfonso XIII paseo su tristeza por el cuartel de Leganés por tener que abandonar a su amante, la cantante de ópera Elena Sanz, a la que se llamó “la niña de Leganés”. Y el primer periodista de la localidad y médico titular Luis Albehille, nos dejó crónicas de la vida leganense en los primeros diarios impresos del sur de Madrid y en un documento como es "Topografía Médicas de Leganés. 1923".
Por Leganés dejaron su huella familias de nobleza acreditada como los Duques de Tamames, los Medinaceli, de San Vicente, Javier Gijón y León (amigo de Olavide), el general Miguel Primo de Rivera, Isabel II la Reina que ordenó la construcción de la Casa de salud de Santa Isabel, y hasta el mismo músico chiclanero Antonio García, amante de la música que escribió la letra de su "Trovador" a la que el mismísimo Giuseppe Verdi, pondrá música y fama.
Leganés durante décadas y siglos ha sido un lugar propicio para cuentos, personajes, letras de zarzuela, películas, e historias de la historia y para ubicar un pequeño pero importante patrimonio municipal.
Por estas calles han paseado conocidos escritores, poetas, ensayistas, músicos, religiosos. cineastas como Benito Pérez Galdós, Corpus Barga, Blas de Otero, Leopoldo María Panero y militares que habitaron durante siglos el actual rectorado de la Universidad Carlos III que fue hasta los años 90 del siglo pasado el cuartel del Saboya (Guardias Walonas).
Pero además, Leganés ha sido la gran ciudad que ahora somos, la casa de muchos, antes de los propios vecinos hortelanos y labradores, los pepineros que dieron fama a los productos de la huerta, desde la casa del rey hasta los hogares; más tarde también hogar de acogida de miles de españoles en los años 60 y 70 del pasado siglo que llegaron primero desde Andalucía, Extremadura, Castilla la Mancha, o Castilla-León. Y actualmente, también lugar de acogida de miles de nuevos vecinos que llegan desde los países del este, desde América o desde África.